Las organizaciones sociales cobran sentido cuando trabajan por el cambio social. Entonces, son capaces de movilizar a sus miembros para una acción transformadora; igualmente, se pueden presentar legítimamente ante la sociedad como promotores del cambio político. Un enfoque organizativo para el cambio social va más allá de lo que las organizaciones producen, y se hace también visible en la estructura interna, en un lenguaje propio de la organización, en los marcos de referencia que interpretan de una cierta manera la realidad social, en las relaciones y el poder…
El cambio social, tal como lo entendemos en este texto, no es un objeto ajeno a la organización que lo promueve ni a sus activistas. Como organización formamos parte del cambio. Tampoco es algo estático: el cambio social se está dando continuamente, a través de la interacción compleja de muchos agentes en una u otra dirección. Pensar la organización desde el cambio social nos lleva a vernos como un participante más de esa dinámica de cambio social, en la que tomamos parte desde una particular visión del cambio que queremos promover y de la manera en que queremos contribuir a él. En este texto nos centraremos en esto último, en los cómos, poniendo el acento en elementos tales como la reflexión sobre la propia práctica, el aprendizaje experiencial, las relaciones de poder, la cultura organizativa o la coherencia de todo lo anterior con la forma organizativa. Y, atravesando todo lo anterior, en cómo entendemos que se produce el cambio social.
Índice
- Introducción
- En qué consiste
- Antecedentes y contexto
- Metodología
- Herramientas para aplicarlo
- ¿Qué no debo olvidar?
- Casos prácticos
- Para saber más
- Bibliografía
Enfoque desarrollado por Iván Cuesta
Supervisión del enfoque por Jethro Pettit